viernes, 3 de junio de 2011

HEMODERIVADOS


Hemoderivado

Un hemoderivado es todo aquel tejido que se deriva o separa a partir de la sangre. Casi siempre se separan por medio de una centrifuga en un laboratorio, basándose en la densidad de los diferentes componentes de la sangre; lo mas denso se va hasta el fondo mientras que lo menos denso queda en la parte superior. En este proceso se separa la sangre total en: suero, plasma, eritrocitos, plaquetas y algunas veces incluso queda una pequeña parte de glóbulos blancos.La manera correcta de conservarse es por congelación una vez que cada componente se aisla. Los que son utilizables son:
1. Paquete globular (eritrocitos): es el que se emplea en las transfusiones.
2. Plasma: en el se encuentran factores de la coagulación y proteínas.
3. Concentrado plaquetario: Es menos empleado que los anteriores, pero se utiliza en aquellos pacientes con deficiencia de plaquetas.

TIPOS DE HEMODERIVADOS
Los principales hemoderivados con interés terapéutico son: concentrados de factores dela coagulación (conc. FVIII, conc. FIX y conc. comp. protrombínico), inmuniglobulinas (IM,IV o IV específicas), antitrombina-III y albúmina, como ejemplos más conocidos, y fibrinóge -no, Cl-esterasa inhibidor, alfa-1-proteasa, colinesterasa… menos utilizados.
Durante los días 9 y 10 de noviembre ha tenido lugar en Barcelona el I Curso de Intro -ducción a la Farmacoterapia de los Hemoderivados. Las principales conclusiones en cuanto a criterios de selección y utilización han sido los siguientes:
Los concentrados de factor VIII (hemofilia A) o IX (hemofilia B) deben utilizarse bajo protocolo siguiendo dos estrategias de tratamiento: demanda o profilaxis. En cuanto a los preparados a emplear existe actualmente un cierto consenso en que los concentrados de factor VIII obtenidos por recombinación genética debieran utilizarse preferentemente en aquellos pacientes hemofílicos no tratados anteriormente o que sean VIH y VHC negativos.
Los concentrados de factores del complejo protrombínico (CP) [factores II, VII, IX y X (factores vitamina K dependientes)] deben emplearse en el tratamiento de déficits combinados de dichos factores —fundamentalmente adquiridos: hepatopatía, intoxicación/reversión de anticoagulación oral—. Debe valorarse la elección del preparado comercial en relación a la seguridad.

Al no existir unas indicaciones universalmente aceptadas, la utilización racional de albúmina exige (incluso más que otros hemoderivados) una protocolización de indicaciones que debiera considerar varios aspectos, entre los que cabría descartar los siguientes: sólo son candidatos aquellos pacientes con niveles plasmáticos inferiores a 20-25 g/l, en muchas situaciones es preferible la utilización de cristaloides y/o expansores del plasma, la protocolización debería poner especial atención en la duración del tratamiento.
Los criterios de selección y utilización de inmunoglobulinas intravenosas (IGIV) deben contemplar varios aspectos:
a) Indicación. Debe ser una indicación autorizada o como mínimo ampliamente aceptada por la bibliografía internacional y/o conferencias de consenso. Este punto es importante ya que, a veces, existen situaciones en que este hecho no se tiene en cuenta.
b) Características técnicas. En ciertas situaciones el perfil técnico de una determinada inmunoglobulina puede ser un factor de decisión. Los aspectos más relevantes a tener en cuenta son:
— Conocimiento de la política de donantes del fabricante: cantidad, controles, procedencia…
— Método de purificación empleado y grado de seguridad de no transmisión de partículas víricas.
— Contenido en IgA.
— Porcentaje de polímeros y fracciones. Distribución de subclases.
— Integridad del fragmento Fc.
— Contenido en determinados anticuerpos: tétanos, citomegalovirus, hepatitis B…
— Criterios de costes.

Las inmunoglobulinas de administración intramuscular (IGIM) sufren un proceso de fraccionamiento menos selectivo, que desnaturaliza una parte de las inmunoglobulinas, por lo que no deben administrarse por vía intravenosa —riesgo de activación del complemento. La IGIM con interés terapéutico son la antitetánica, antihepatitis B y anti-Rh.

La antitrombina III es necesaria para que el efecto anticoagulante de la heparina se manifieste. De hecho cuando existe un déficit importante de esta última la acción anticoagulante de la heparina disminuye. Su uso podría estar justificado en pacientes con déficit congénito de antitrombina III con riesgo de trastornos tromboembólicos (intervenciones quirúrgicas, parto, etc.). Sus indicaciones son más controvertidas en déficit adquiridos.
Existen otros hemoderivados, cuantitativamente menos importantes, pero que presentan indicaciones concretas: concentrados de fibrinógeno, inhibidor de Cl-esterasa o α1 antitripsina, algunos no registrados en España, sometidos a pasteurización y por tanto con riesgo mínimo de transmisión de partículas víricas.
REACCIONES POSTRANSFUSIONALES


Se denomina reacción postransfusional a los efectos desfavorables que pueden aparecer en un paciente durante o después de la transfusión de algún hemoderivado a consecuencia del mismo. A pesar de los avances desarrollados en la obtención y conservación de la sangre, la transfusión conlleva riesgos que no hay que olvidar a la hora de su indicación que derivan de la naturaleza del producto ( diversidad antigénica , potencial infectivo…), alteraciones del producto en su almacenamiento y cambios de volumen y de electrolitos en el sujeto. Desde la aparición del SIDA la actitud de la población frente a la transfusión ha cambiado, demandando una transfusión sin riesgos. Dicha demanda no es actualmente alcanzable. Se distinguen reacciones transfusionales inmediatas y tardías según el momento de aparición.

A.- Reacciones postransfusionales inmediatas.
1.- Reacciones hemolíticas agudas por incompatibilidad eritrocitaria.
Se producen por la lisis intravascular de los hematies transfundidos. Suelen deberse a incompatibilidad ABO ( muy frecuentemente en relación con error en la identificación del paciente o de la muestra de sangre ), más raramente pueden causar reacciones hemolíticas los sistemas Kidd y Duffy.
Los síntomas observados son fiebre, escalofríos, urticaria, opresión torácica, dolor lumbar, taquicardia , náuseas y vómitos. Si la reacción es severa se produce un colapso circulatorio debido a la activación del complemento por la lisis intravascular y liberación de sustancias vasoactivas


2.- Reacciones febriles no hemolíticas.
Suelen estar causadas por anticuerpos antileucocitarios ( leucoaglutininas ). Se producen en pacientes previamente sensibilizados a antígenos del sistema HLA con historia de transfusiones previas o embarazos. Clínicamente se manifiestan por fiebre y escalofríos. Son las más frecuentes.
3.- Reacciones alérgicas .
En general, no suelen ser graves. Se atribuyen a anticuerpos en el receptor contra las proteínas del plasma del donante. Se producen en 1-2% de las transfusiones y se manifiestan con signos y síntomas de urticaria. Responden al tratamiento con antihistamínicos como polaramine, no siendo preciso suspender la transfusión.
4.- Reacciones por sobrecarga circulatoria.
Se producen más fácilmente en pacientes con alteraciones cardiológicas que además se ven agravadas por la situación de anemia. La infusión demasiado rápida o de demasiado volumen son factores contribuyentes a esta complicación, sobre todo en caso de sangre con largo periodo de almacenamiento.
5.-Edema pulmonar no cardiogénico
6.-Hemólisis no inmunológicas.
7.- Sepsis bacteriana
8.-Complicaciones por transfusión masiva

B.- EFECTOS ADVERSOS RETARDADOS.

Son aquellos efectos atribuibles a la transfusión que aparecen en un periodo no inmediato ( al cabo de días, semanas o meses ).
1.-Reacciones hemolíticas demoradas o tardías.
Se deben a la producción de anticuerpos de forma rápida frente a antígenos transfundidos, haya o no existido inmunización previa por embarazo o transfusión. Se detecta anemización del paciente unos días después de la transfusión. La mayor destrucción eritrocitaria se produce entre el día 4 y el 13 postransfusión.
El tratamiento pasa por la identificación del anticuerpo y la transfusión si es preciso de hematies que carezcan del antígeno, y conseguir una buena hidratación y diuresis.
2.-Transmisión de enfermedades infecciosas.
A pesar de los avances en los tests microbiológicos a que se someten todas las donaciones de sangre , y el test de autoexclusión previo a la donación, el riesgo de transmisión de enfermedades no está completamente erradicado. Los principales agentes infecciosos que pueden ser trasmitidos a través de la transfusión son los siguientes :

A.- Hepatitis C.
B.- Hepatitis B
C.- Virus de la inmunodeficiencia humana - VIH -.
D.- Sífilis.
E.- Otras infecciones (Malaria, otras hepatitis ( p.e. virus de la hepatitis G ), Citomegalovirus, Virus de Epstein-Barr, HTLV-1 y Toxoplasmoxis )
3.- Enfermedad injerto contra huésped.
4.- Hemosiderosis.


AFERESIS
La Aféresis es un procedimiento especial de donación de sangre, mediante el cual se extrae sangre entera de un donante y se separa en sus componentes. Luego se almacena el componente deseado -en éste caso plaquetas- y se restituye el resto de la sangre al donante. Como es factible recolectar gran cantidad de plaquetas de un solo donante, la aféresis reduce el número de exposiciones del paciente.

¿Quién necesita la Aféresis?
Los pacientes que se benefician mediante la transfusión de productos sanguíneos provenientes de la aféresis son aquellos que sufren cáncer o leucemia, los que probablemente reciban un trasplante y los pacientes que tienen trastornos sanguíneos tales como anemia aplásica.
¿Cómo funciona la Aféresis?
La sangre se extrae del brazo del donante a través de una conexión estéril, que la dirige a un compartimiento centrífugo ubicado dentro de un equipo separador de células.
El equipo centrifuga la sangre para separar las plaquetas de los otros componentes. Las plaquetas se recogen y los demás componentes se restituyen al donante por el otro brazo. La donación dura entre 1 y 2 horas.
El separador celular es un sistema cerrado y estéril, que emplea agujas desechables y equipos descartables de único uso.

¿Son inofensivas las donaciones de plaquetas?
Sí. Cada donación se hace bajo la estricta supervisión de personal capacitado, observando al donante minuciosamente a lo largo de todo el proceso.
La donación no disminuye mucho el número de plaquetas en el cuerpo del donante, y las plaquetas donadas son reemplazadas en menos de 48 horas. Es imposible contraer SIDA o alguna otra enfermedad viral a causa de la donación de plaquetas.
Sin esta práctica, sería imposible en algunos pacientes sostener en el tiempo el apoyo transfusional de concentrados plaquetarios, sobre todo en pacientes de grupos sanguíneos de baja frecuencia o en aquellos que se han sensibilizado a antígenos plaquetarios (anti-HLA o específicos), haciéndose refractarios a las transfusiones de plaquetas.
Siempre que se recolectan componentes por aféresis, el donante debe otorgar su consentimiento informado.

TRANSFUSION DE HEMODERIVADOS

o CONCENTRADO DE PLAQUETAS:
§ Son preparados por centrifugación, a partir de una unidad de sangre completa.
§ Volumen: 30 – 50 cc
§ Contienen: 5.5 x 10 10 plaquetas.
§ Conservación: Temperatura ambiente
§ (20-24°c) en agitación continua.

2. CONCENTRADOS DE PLAQUETAS: indicaciones
o Contraindicación:
o En púrpura trombótica trombocitopénica y trombopenia inducida
o por heparina. Valorar en trombopenia inmune.
o Indicaciones:
o Según cifra de plaquetas y situación clínica. Transfusión sí:
o <10,000/ul>

PRUEBAS PRE-TRANSFUSIONALES.
La metodología de las pruebas pretransfusionales de compatibilidad varía según los recursos del servicio de transfusión y la urgencia del caso, aunque de acuerdo con la norma oficial mexicana siempre debe incluirse la técnica de la antiglobulina humana como mínimo. Las técnicas en medio proteico y con enzimas proteolíticas pueden ser útiles para la distinción de la especificidad de un anticuerpo.3 Internacionalmente se han establecido los siguientes procedimientos:

· Solicitud de producto y datos relevantes del
receptor.
· Identificación y colección de las muestras
sanguíneas del receptor.
· Estudios y pruebas del donador.
· Determinación del grupo ABO y RHo (D)
del receptor.
· Detección de anticuerpos irregulares.
· Selección de componentes ABO y Rho (D)
apropiados para el receptor.
· Comparación entre resultados actuales y el
historial de las pruebas transfusionales realizadas
con anterioridad.
Pruebas cruzadas
· Prueba mayor : se utilizan dos gotas de suero
del receptor más una gota de eritrocitos lavados
del donador.
· Prueba menor: dos gotas de suero o plasma
del donador más una gota de eritrocitos del
receptor.
· Autotestigo: una gota de eritrocitos del receptor
más dos gotas se suero del receptor.
La concentración de las células debe ser de
2.5 a 3 %. A menos que exista una urgente necesidad
de sangre, el suero o plasma del receptor




La concentración de las células debe ser de 2.5 a 3 %. A menos que exista una urgente necesidad de sangre, el suero o plasma del receptor, debe ser sometido a prueba cruzada con los eritrocitos del donante antes de la transfusión de
componentes eritrocitarios. La significación de una prueba cruzada radica en el control final de la compatibilidad ABO entre el donante y el receptor.

Interpretación de la detección de anticuerpos y pruebas cruzadas  v Detección de anticuerpos negativa, prueba cruzada compatible

La mayoría de las muestras sometidas a prueba presenta detección de anticuerpos negativa y prueba cruzada compatible con las unidades seleccionadas. Sin embargo, una detección de anticuerpos negativa no garantiza que el suero se encuentre exento de anticuerpos eritrocitarios clínicamente significativos; sólo indica que no contiene anticuerpos
reactivos con las células de la prueba de detección mediante las técnicas empleadas. Tampoco una prueba cruzada compatible garantiza una supervivencia eritrocitaria normal, por ello,debe realizarse conjuntamente con un tamiz para anticuerpos o con otra técnica aparte de la solución salina, como la albúmina.4
La detección de anticuerpos libres en suero se realiza enfrentando el suero del receptor o paciente con eritrocitos de fenotipo conocido v Detección de anticuerpos positiva, pruebas cruzadas incompatibles

La detección de anticuerpos y las pruebas cruzadas, o ambas, pueden ser positivas a causa de aloanticuerpos, autoanticuerpos, interacciones adversas con reactivos y formación de rouleaux. El problema debe ser identificado y resuelto antes de entregar la sangre para transfusión. Cuando hay presentes  anticuerpos inesperados, la prueba de detección de anticuerpos suele ser positiva, pero la frecuencia del antígeno influye sobre la cantidad de pruebas cruzadas incompatibles.

Cuando la detección de anticuerpos es positiva, la especificidad del o los anticuerpos debe ser identificada y usarse el antisuero correspondiente para confirmar que los eritrocitos de unidades compatibles por pruebas cruzadas carecen del correspondiente antígeno. Alternativamente, las unidades de donantes se puede someter primero a la detección de antígenos con el antisuero correspondiente y seleccionar unidades negativas para las pruebas cruzadas. No es necesario confirmar la ausencia de antígeno  si el anticuerpo del paciente es anti-M, N, P, Lea o Leb, a menos que sea reactivo a 37 °C.
Si hay múltiples anticuerpos o un anticuerpo que reacciona con un antígeno de alta incidencia, o si el anticuerpo está presente en concentraciones muy bajas, debe usarse técnicas específicas como elusión, absorción o la combinación de las mismas.


Es muy importante disponer de la historia clínica del paciente, la cual debe contener diagnóstico, historia transfusional, antecedentes ginecoobstétricos (mujeres), si el paciente ha presentado reacciones transfusionales, fecha de la última transfusión, así como datos de laboratorio que permitan tener un panorama para la resolución del problema.

Prueba cruzada incompatibleanticuerpos irregulares negativos

Algunos problemas y sus soluciones son los siguientes:

1. Las células del panel de eritrocitos de fenotipo
conocido no tienen el antígeno. Los paneles extranjeros carecen de células con antígeno Dia, frecuente en la población mexicana (6.9 %); se sugiere usar un panel que contenga los antígenos de la población estudiada.

2. La concentración del anticuerpo es muy baja y sólo se detecta con células frescas, ejemplo:
anti-Duffy y anti-Kidd, que presentan fenómeno de dosis. La solución consiste en hacer fenotipos eritrocitarios del paciente y repetir la investigación de anticuerpos con el doble del volumen de suero en estudio (cuatro gotas).
y con el uso de técnicas más potentes:
bromelina para el Kidd y prueba de LISS para
Kidd y Duffy.



Conclusión
Las pruebas pretransfusionales muestran un panorama amplio de los antígenos y anticuerpos que puede tener un individuo. Aunque a primera vista pareciera que se trata de un tema muy conocido para quien realiza pruebas pretransfusionales, es importante que se tomen en cuenta los pasos y procedimientos por realizar, con énfasis en el control de calidad. En las pruebas cruzadas incompatibles es crucial el cuidado en todo el estudio del paciente y en la correcta interpretación de los resultados; no debe perderse de vista que en las técnicas básicas existen muchas limitaciones, por ello se combinan varias metodologías para mejorar la seguridad y eficacia de las transfusiones.

1 comentario: